Agua
De sobra es sabido que el agua es la principal causante de la vida y de la muerte de todos los organismos que pueblan la Tierra. Normalmente, los orientales suelen tener esta premisa mucho más presente que nosotros. En mis diferentes viajes por la región, me ha llamado mucho la atención la gran cantidad de agua que toman, en relación a los europeos o a los americanos, y viendo su figura y salud, creo que están haciendo lo correcto.
En el ámbito de la colombofilia también el agua es vital. Una paloma puede estar mucho tiempo sin comer y no ver su salud seriamente dañada, pero si su cuerpo pierde más de un 20% de su nivel de agua morirá de forma fulminante.
No todos los colombófilos saben que el consumo de agua es un excelente indicador para juzgar la condición de una paloma. Entre menos beban mejor serán su condición física. En base a esto, muchos campeones durante la temporada de palomas adultas dan la bebida de forma individual en cada casillero para comprobar cuáles beben más y cuáles beben menos. Las palomas que notemos con el buche lleno de agua no deben ser encestadas, pues eso indica que algo no funciona bien dentro de ellas. Los pichones que tienen excrementos excesivamente líquidos también demuestran tener algún tipo de enfermedad. En algunos de estos casos, la culpa puede ser de los padres, que toman mucha agua y luego se la pasan a los pichones; por lo que siempre conviene controlar tanto a los padres como a los hijos, para averiguar de donde proviene el mal en cada caso.
Evidentemente, en tiempos de calor las palomas beberán más y eso no es motivo de alarma. Lo mismo pasa con cualquier otro animal o en los propios humanos. El organismo busca mantener su nivel de agua y para ello debe consumir de acuerdo al líquido que va perdiendo. A modo de ejemplo, les contaré lo que me sucedió el invierno pasado. Estábamos en mi zona en una época de frío extremo y tuve que ausentarme de casa durante dos días. Como sólo serían un par de días, dejé los comederos y los bebederos repletos en cada en todos los palomares. Cuando volvía casa, lo primero que hice fui ir al palomar, como haríamos la mayoría. Mi sorpresa fue que los comederos estaban casi vacíos, pero apenas habían tocado el agua de los bebederos. Esto me hizo pensar en todos aquellos colombófilos que me envían preguntas tras haber medicado sus palomas en invierno. Ellos tratan sus palomas contra tricomonas, salmonela o lo que sea, tal como se debe hacer, siguiendo las especificaciones de los laboratorios fabricantes de los medicamentos administrados, por ejemplo: 5 gramos por litro de agua durante 7 días consecutivos. Así se quedan tranquilos y piensan que no deben preocuparse más por estas enfermedades, pero, de forma sorprendente, al poco tiempo, sus palomas caen enfermas y ellos no se lo explican. Realmente, no es tan extraño que esto suceda. El fabricante de estos productos puede calcular la dosis a aplicar, pero no puede saber cuánto van a beber las palomas. En tiempos de frío las palomas pueden llegar a beber hasta un 20% menos, es decir, a tomar un 20% menos del medicamento suministrado en los bebederos. Con calores excesivos el consumo de agua se puede llegar a multiplicar por 3 y en consecuencia las palomas tomarán tres veces más producto del requerido.
El resultado es que, en tiempos de frío, el tratamiento es insuficiente y las palomas pueden llegar a enfermar y, por otro lado, puede verse afecta su inmunidad natural, pues la aplicación de dosis inferiores a las recomendadas puede generar resistencias en los elementos patógenos que se desea eliminar. En el caso contrario, calor excesivo, puede producirse una sobremedicación que lleve a una caída drástica de la condición física de nuestras palomas.
Por esa razón cada día es más habitual el administrar cualquier tipo de medicamento a través de la comida, a la que puede añadírsele algún tipo de líquido (por ejemplo, agua azucarada) para facilitar la adherencia de los productos al grano.
Otra desventaja de poner medicamentos o vitaminas en el agua es que algunos de estos productos dejan un sabor desagradable para las palomas en los bebederos, lo que las lleva a beber en menor cantidad o a buscarse lugares para beber fuera del palomar, lo que a la vuelta de una suelta puede resultar muy peligroso, si las palomas deciden parar en su otro bebedero antes de entrar en el palomar.
En una ocasión, un veterinario me comentó que el suministrar vitaminas a las palomas en verano podía posibilitar la entrada del Coli en un palomar. La verdad es que me desconcertó esta afirmación. Él basaba su argumento en que, en épocas de calor, un déficit de agua podía afectar a la digestión de las palomas y ser una puerta abierta para la entrada del Adeno. Comentaba que si en esa época del año las palomas encontraban sabores extraños en el agua y, por ello, bebían menos cantidad, podrían producirse problemas de este tipo. Por el contrario, se puede reducir el riesgo del Adeno sirviendo siempre agua fresca o con algo de vinagre de manzana.
Las triconomas de las palomas se transmiten principalmente por medio de uso compartido de los bebederos. Especialmente es en el agua caliente donde mejor se desarrolla y se propaga este protozoo, por lo cual hay que estar siempre alerta contra la tricomonas durante las épocas de calor. Hay gente que lo que suele hacer es cambiar el agua de los bebederos varias veces al día. Otros sólo medican contra tricomonas en las épocas de calor. Son especialmente vulnerables ante las tricomonas aquellas palomas que deben pasar varios días de cesta, tomando agua caliente, antes de ser liberadas. En estos casos puede ser adecuado el tratar a dichas palomas contra tricomonas, nada más llegar a casa tras una suelta. Cuando las temperaturas son cercanas a cero, las posibilidades de que existan tricomonas son mínimas. Personalmente, nunca he tratado a mis palomas contra tricomonas en invierno.
Más importante aun que decidir si tratamos las palomas en el agua, en la comida o mediante pastillas, es tener claro que cualquier tratamiento debe darse a todas nuestras palomas al mismo tiempo: pichones, viajero y reproductores.
Finalmente, es importante saber que la mayoría de las vitaminas y medicamentos pierde muy rápidamente su eficacia una vez vertidos en el agua, incluso pudiendo llegar a ser tóxicos. Cualquier cambio de color en el agua, con respecto a la coloración tomada inicialmente por el agua tras verter el producto, nos indicará que este ha expirado y debe ser retirado inmediatamente de los bebederos. De nuevo cabe recordar que esto sucederá más rápidamente cuanto mayor sea la temperatura ambiental.
Ad Schaerlaeckens