La PARAMIXOVIROSIS es una enfermedad muy contagiosa y muy grave, produciendo comúnmente trastornos nerviosos y digestivos y es producida por un PARAMIXO VIRUS  TIPO 1 (PMV 1), y se clasifican en tres cepas: VELOGENICAS, MESOGENICAS Y LENTOGENICAS, siendo las últimas muy poco patógenas y son utilizadas como vacunas.

         Las más patógenas son las cepas VELOGENICAS que son las que provocan la enfermedad.

         Cuando la paloma llega de concursos y estuvo en contacto con otra enferma el virus toma como puerta de entrada las mucosas del ojo, nariz y boca donde se multiplica. Al segundo o tercer día la paloma empieza a eliminar el virus por medio de las secreciones del ojo, boca y nariz al medio ambiente.

         Una vez multiplicado el virus en la puerta de entrada, se disemina en el organismo, llegando a los sistemas digestivo y renal (diarrea), y/o al sistema nervioso central (sínt. Nerviosos).

         A través de la diarrea, la paloma elimina el virus, siendo ésta una importante forma de transmisión.

         El período de incubación es muy variable y se extiende desde los 5 días hasta 3 o 4 semanas. En el cuadro clínico clásico, aparecen primero los síntomas digestivos y seguidos luego por los síntomas nerviosos.

         Los trastornos nerviosos se caracterizan por: tortícolis, temblores de cabeza, parálisis de un ala y luego las dos, también de sus patas, falta de equilibrio, trastornos visuales (las palomas picotean al costado de los granos).

         La MORBILIDAD (número de animales afectados varía de un 30 a un 70 %, siendo la MORTALIDAD muy baja (inferior al 10 %), dependiendo también de que haya otra enfermedad interactuando.

         Otra forma de contagio indirecto puede ser a través del colombófilo (ropa, manos, calzado).

         El DIAGNOSTICO en una colonia con síntomas nerviosos y digestivos permiten sospechar la paramixovirosis.

         El diagnóstico etiológico es de competencia del laboratorio por aislamiento del virus o por la evidencia de los anticuerpos específicos.

         Las palomas afectadas de síntomas Nerviosos pueden curarse luego de 2 a 6 meses, pudiendo conservar su capacidad de orientación intacta, como también su capacidad reproductiva.

         Si esta enfermedad se presenta durante la época de replume puede producir severos trastornos en el nuevo plumaje.

         La mucosa intestinal puede llegar a sufrir lesiones irreversibles y las palomas sufrirán de diarrea crónica, lo cual redundará en una mala perfomance deportiva.